Rugby en Irlanda

La isla de Irlanda está loca por el deporte. Siempre estamos animando a nuestro equipo local de hurling o fútbol gaélico, o lanzando ovaciones en un partido de rugby. Desde las escuelas y los clubes de rugby hasta la escena mundial de los encuentros internacionales, los hinchas sienten una pasión que procede directamente del corazón.

Por supuesto, cuando se exhiben grandes talentos como los de Johnny Sexton, Mack Hansen, Iain Henderson y Tadgh Beirne, no es de extrañar que esté garantizado un enorme apoyo local. Los vítores a favor de Irlanda son épicos durante el Torneo de las Seis Naciones en primavera. Y la emoción alcanza su punto álgido cada cuatro años, cuando todos nos dejamos la piel para ganar la Copa del Mundo de Rugby.

Ya sea en casa o fuera, el ambiente es especial, pero no se limita a los partidos de primer nivel…

Puede que el equipo de Irlanda alcanzara el puesto número uno en las clasificaciones mundiales de rugby en 2019, pero se necesita mucho trabajo de base para alcanzar ese nivel, y todo empieza en los cuatro rincones de la isla.

La isla de Irlanda está dividida en cuatro provincias: Úlster, Munster, Connacht y Leinster. Estos son los cuatro grandes nombres de las provincias de Irlanda: los que ocupan un lugar destacado en los principales campeonatos del rugby europeo. Cada provincia cuenta con una venerada sede del rugby, que el equipo defenderá intensamente, junto con sus orgullosos seguidores.

En Irlanda del Norte, encontrarás el Kingspan Stadium en Belfast, la modesta pero adorada sede del rugby en el Úlster. Los 80 minutos de partido pasan volando en un ambiente tan electrizante.

En el extremo opuesto de la isla, en la Ruta Costera del Atlántico, encontrarás la sede original del club Garryowen. Sí, la patada de gran altura «up-and-under» tiene su origen en la ciudad del mismo nombre, en el condado de Limerick. El Thomond Park es la sede del Munster, y sus jugadores, con camisetas rojas, compiten con el orgullo de una manada de leones.

En la costa oeste, las camisetas verdes y negras del Connacht aportan ese toque del salvaje oeste irlandés en el Sportsground de Galway. Los deportes de la GAA como el hurling y el fútbol gaélico son los más populares por esta zona, pero la inclusión del Connacht en el United Rugby Championship y la Copa de Campeones Europeos de Rugby ha dado a conocer el deporte a un público mucho mayor en su provincia de origen, por lo que ahora tiene un gran peso.

Por último, el cuarto equipo provincial se encuentra en Dublín. Los azules de Leinster están acostumbrados a triunfar en Europa y son el segundo equipo más laureado en la Copa de Campeones Europeos de Rugby con cuatro títulos.

Literalmente a la vuelta de la esquina del RDS Arena HQ de Leinster se encuentra el Aviva Stadium, en Lansdowne Road. La mayoría de los aficionados internacionales lo consideran la sede del rugby irlandés. Dentro de sus muros curvos y sus paneles transparentes se encuentra el intenso campo de batalla del equipo irlandés de rugby y sus oponentes.

De los equipos provinciales se seleccionan jugadores para que demuestren su destreza deportiva ante contrincantes internacionales tanto del hemisferio norte como del sur. Irlanda ocupa un cómodo cuarto puesto en la clasificación mundial actual tras haber jugado hace poco contra los All Blacks (Nueva Zelandia), los Wallabies (Australia) y los Springboks (Sudáfrica). Pero enfrentarnos a nuestros vecinos más cercanos de Europa en el muy competido Seis Naciones es un gran acontecimiento anual.

El Seis Naciones se inició en 1883 como el Torneo de las Naciones Británicas, con Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda. En 1910 se convirtió en el Cinco Naciones, tras la incorporación de Francia, y en 2000, en el Campeonato de las Seis Naciones, al sumarse Italia.

Para muchos de los aficionados al rugby, lo más destacado del calendario y el evento más importante de la temporada es el Seis Naciones. Cada año, en los primeros días gélidos del mes de febrero, los equipos se enfrentan en un emocionante espectáculo deportivo de más de 15 partidos que dura dos meses.

Con la emoción del partido, la vida nocturna que acompaña y un ambiente tan acogedor como cálido, ¡Dublín parece ser el destino perfecto para disfrutar del Torneo de las Seis Naciones! Pero cuando suene el silbato, ¿a qué equipo apoyarás?