48 horas en el oeste de Irlanda

Alquila un coche en Ireland West Airport, dirígete directamente a Westport, deja el equipaje en tu alojamiento y almuerza algo. Mientras paseas por las coloridas calles de esta humilde ciudad, verás muchísimos pubs y restaurantes maravillosos donde pasar la tarde. Si buscas un lugar que celebre brillantemente la cocina irlandesa, dirígete a Savoir Fare, que sirve comida exquisita elaborada con productos de artesanos locales. Es sencilla, clásica y deliciosa.

Después, conduce hasta el muelle de Westport o alquila una bicicleta en la tienda de bicicletas Westport y da un paseo por la costa. Sólo recuerda mantener los ojos en la carretera, ¡ya que las escarpadas costas de Irlanda pueden distraerte mucho! Cuando vuelvas a Westport, deléitate con un café y un trozo de tarta en The Creel Deli. Te recomendamos sus pasteles caseros. Explora las extravagantes tiendas del muelle. Te sugerimos que vayas a Tertulia, una librería que invita a disfrutar de una bebida caliente, una copa de vino, una conversación o simplemente perderse en literatura asombrosa.

¿Ya te has tomado tu café y estás listo para más? Vuelve a subir a tu bici o camina hasta la impresionante Westport House, una finca de 400 hectáreas de la época georgiana situada en un parque con vistas a la bahía de Clew, la isla de Achill y el océano Atlántico. Recorre las encantadoras rutas del bosque y los senderos restaurados, sumergiéndote por completo en la belleza virgen de la flora y la fauna locales. Como sabemos, el tiempo en Irlanda puede ser un poco impredecible, así que si prefieres conducir, no hay problema, porque Westport House ofrece estacionamiento gratuito en sus instalaciones. Aparte de sus exuberantes parques, la casa y los jardines del siglo XVIII ofrecen diversas actividades a los visitantes: desde visitas guiadas a la casa hasta un paseo para ver halcones por el bosque en el Centro de Aves Rapaces.

Si hay algo que no falta en el condado de Mayo , son playas hermosas. Es hora de escapar del ajetreo de Westport y dirigirte a la pintoresca costa de la Isla de Achill, donde te espera el recóndito paraíso de la playa de Keem . Durante los meses más cálidos, las blancas arenas están inundadas de ávidos playeros, pero cuando refresca, es el destino ideal para sacarse las telarañas y respirar ese precioso aire marino. Las vistas del camino valen la pena por sí solas, y hay un estacionamiento cerca de la playa.

Los cinéfilos de tu grupo quizá reconozcan este lugar por la película nominada al Oscar «The Banshees of Inisherin». ¡Tanto Colin Farrell como Brendan Gleeson pasaron muchos días rodando sus escenas en esta misma playa! Antes de volver a la ciudad, te recomendamos el impresionante paseo de 1,5 km por la cima de los acantilados de Benmore hacia Achill Head, el punto más occidental de la isla.

Ha sido un día largo, así que querrás recargar las pilas y relajarte. Dirígete al Cobbler's Bar para degustar una nutritiva comida de pub. Este concurrido pub gastronómico está en el corazón de Westport, y es rico en tradiciones, carácter y ambiente: sólo por su característico asado irlandés ya vale la pena visitarlo. O prueba el delicioso menú de Sage Restaurant, que ofrece aceitunas marinadas, embutidos y vieiras frescas al ajillo. ¡Se nos hace agua la boca sólo de pensarlo!

¡Aún es temprano! Desde Cobbler's Bar, da un paseo de tres minutos hasta el multipremiado The Porter House para disfrutar de una velada inolvidable de música tradicional irlandesa. El pub recibe regularmente a músicos locales y visitantes para que actúen en el escenario y, por supuesto, todo el mundo está invitado a unirse a la diversión, especialmente cuando las pintas fluyen.

A medida que el día se acerca a su fin, asegúrate de dormir bien, ¡porque mañana exploraremos el condado de Galway!

Cuando tu coche esté lleno y listo para la carretera, es hora de empaparse de las vistas de la Ruta Costera del Atlántico. Sal de Westport por Louisburgh, donde te recibirá la montaña sagrada de Irlanda, Croagh Patrick.

Conocida localmente como "the Reek", la escalan miles de personas cada año el llamado"Reek Sunday", el último domingo de julio. ¡Los visitantes más devotos optan por subir descalzos los 7 km de la peregrina ruta! Independientemente de la ocasión o la época del año, las vistas de esta magnífica montaña son una recompensa en sí mismas.

Continúa por la Ruta Costera del Atlántico y haz una parada en Killary Harbour, un espectacular fiordo de 16 km que forma una frontera natural entre Galway y Mayo. Es uno de los tres fiordos glaciares de la isla de Irlanda (los otros son Lough Swilly y Carlingford Lough) y es el destino perfecto para estirar las piernas y hacer unas fotos dignas de Instagram que darán envidia a todos tus amigos. Si tienes suerte, incluso podrás ver un par de focas retozando en el valle inundado. Hay estacionamiento gratuito en Leenaun, un agradable pueblecito situado junto al puerto de Killary.

Nuestra siguiente parada es la belleza neogótica, la Abadía de Kylemore. Situada junto a un pintoresco lago, enclavada en las salvajes colinas de Connemara, esta gran mansión es un lugar estupendo para hacer una merecida pausa para tomar un café. Con la compra de una entrada podrás acceder a toda la finca, incluidas las habitaciones restauradas de la Abadía, las visitas guiadas, los paseos por el bosque y el jardín amurallado victoriano. Los visitantes tienen la opción de caminar por los jardines amurallados o simplemente subirse al autobús gratuito. El estacionamiento también es gratuito.

¿Quizá quieras llevarte a casa un recuerdo de tus viajes? Visita la tienda de artesanías del castillo, donde encontrarás todo tipo de baratijas hechas a mano y una hermosa colección de cerámica de la abadía de Kylemore. Vale la pena que dediques unas horas de tu escapada de dos días a visitar este lugar tan especial; no te arrepentirás.

Ahora que te has dejado llevar por el paisaje de Galway , es hora de almorzar. Viaja al animado pueblo de Clifden, que combina sin esfuerzo la cultura tradicional y los diseños contemporáneos con sorprendentes actividades al aire libre. Enclavada en un maravilloso páramo de ciénagas, y rodeada de impresionantes playas, la ciudad costera te brinda la oportunidad de recuperar el aliento y deshacerte de todas tus preocupaciones.

En cuanto a la comida, te espera algo maravilloso. Prueba Guys Bar para disfrutar de una buena comida de pub; The Lamplight se especializa en vinos y aperitivos ligeros; o visita la ultra popular SeaHare Kitchen, que sirve una excepcional comida local inspirada en los ricos productos de Connemara. Y no te olvides de probar un crêpe de Le Crepe mientras vuelves al coche; no se lo diremos a nadie, te lo prometemos.

Si te sobra tiempo, deberías deambular por la ciudad para visitar la diminuta Clifden Bookshop o admirar las magníficas obras de la Galería Whitehorn y de la Galería de arte Lavelle. ¡A nosotros nos parece que es la tarde perfecta!

De camino a la ciudad de Galway, desvíate a la playa de Dog's Bay, que tiene forma de herradura. Lo que distingue a esta joya escondida es su fina arena, hecha enteramente de diminutos fragmentos de conchas marinas trituradas, por lo que es un auténtico placer caminar sobre ella. Gracias a su ubicación protegida, las aguas turquesas pueden ser un poco frías, incluso durante los meses de verano, pero es el lugar ideal para los amantes del surf, el paddleboard y el kitesurf. Pasa una hora caminando descalzo por la arena, sintiendo la brisa fresca en la cara y escuchando el batir de las olas contra la orilla.

¿No sabes por dónde empezar? Habla con los lugareños, aprende de ellos sobre comida, música y dónde tomar una buena pinta: son los mejores guías. Pueden sugerir una taza de café en la superamable Lighthouse Café; rebuscar en las estanterías de una librería independiente como Charlie Byrne’s y Kenny’s, o una gratificante pinta de Guinness en Tigh Neachtain. Lo bueno de Galway es que nunca hay una opción equivocada.

Sumérgete en el rico patrimonio cultural de la ciudad visitando el Museo de la Ciudad de Galway. Alberga fascinantes exposiciones que celebran la historia, el arte y la arqueología locales, como Keepers of the Gael y The Claddagh. El museo se complementa a la perfección con la gloriosa vista de la planta superior del río Corrib: toda la experiencia es un festín para los ojos.

Aventúrate más allá de la ciudad y da un paseo de seis minutos hasta la Isla de las Monjas, donde se encuentra uno de los edificios más grandes e impresionantes de la ciudad, la Catedral de Galway. El interior de la estructura del siglo XX presenta una asombrosa fusión de estilos arquitectónicos. Desde sus luminosas vidrieras hasta el imponente mural de mosaico de la parte posterior de la iglesia, cada rincón de la catedral es una maravilla.

El mundo culinario está a tu alcance en cuanto pones un pie en las calles de la ciudad de Galway. Para degustar los mejores mariscos de la costa oeste, visita Kirwan's; pasa por Greens & Co para satisfacer todas tus necesidades veganas, o reserva una mesa en Éan, una vinoteca especializada en aperitivos de temporada y platos para compartir.

¿Quizá prefieres una sabrosa comida de tres platos antes de sumergirte en la vida nocturna de Galway? Galardonado con el título de «La mejor comida informal en Irlanda» por The Irish Times, Rúibín se ha convertido en un favorito local a lo largo de los años por su ambiente relajado, su deliciosa comida y su increíble hospitalidad. Su apetitoso filete de la raza Black Angus es un plato especialmente destacado.

Remata tu visita al oeste de Irlanda con una ronda de copas. Disfruta de cócteles artesanales y de las mejores cervezas artesanales que Galway puede ofrecer en la joya bohemia Bierhaus. Famoso por su ambiente animado y su música funky, este pub es una visita obligada si quieres bailar toda la noche. O si quieres tomar tranquilamente una pinta en un pub irlandés tradicional, te recomendamos The Bunch of Grapes, que tiene una carta de bebidas variada, una excelente selección de licores y el personal es increíblemente atento. Y dicho esto, ¡levantemos una copa y brindemos por 48 horas bien invertidas en la ruta costera del Atlántico de Irlanda!