El castillo de Blarney y la Piedra de Blarney
El majestuoso castillo de Blarney se encuentra en la campiña del condado de Cork, a las afueras de la ciudad.
Blarney, uno de los castillos más famosos de la isla, es una ruina parcial romántica situada en una maravillosa campiña. Erigido sobre una estructura de madera del siglo X cuenta con asombrosos terrenos repletos de hondonadas boscosas, extrañas formaciones rocosas y un río que fluye resplandeciente.
Croften Clark, escritor del siglo XIX, lo describió como «un paisaje de hadas… No hay otro lugar donde pueda imaginarme más rápido a esas pequeñas elfas en sus fiestas a la luz de la luna».
En pleno corazón del castillo de Blarney se encuentra una de sus atracciones más peculiares. Besada por políticos, maestros literarios y estrellas de cine de todo el mundo, se dice que la enorme Piedra de Blarney otorga el don de la elocuencia o «el don de la palabra».
Castillo de Blarney, condado de Cork © Shutterstock
Castillo de Blarney
Blarney fue construido hace casi 600 años por el gran cacique Cormac MacCarthy, señor de Muskerry, conocido como «el fuerte». Aunque gran parte de la estructura está en ruinas, hay mucho que ver aquí.
Bajo la estructura principal se encuentra un laberinto de pasadizos subterráneos construidos durante la Edad Media. La mayoría de ellos son inaccesibles, pero aún puedes visitar la escalofriante mazmorra, donde se encerraba a prisioneros desafortunados. Desde estas profundidades subterráneas, sube los escalones hasta la piedra, en lo alto del castillo y disfruta en las almenas de las vistas de la campiña circundante. Y si te preguntas qué es esa estructura alta junto al castillo, es la torre de vigilancia, que sigue en pie y observa con recelo la propiedad de Blarney.
A pesar de estar en ruinas, el castillo de Blarney sigue captando la imaginación. Al descender de las almenas, puedes adentrarte en la estructura sin techo e imaginar cómo podría haber sido en su esplendor: el salón de banquetes repleto de nobles medievales y sus sirvientes, la sala de estar, acristalada y lujosa según los estándares de la época. No olvidemos el siniestro Hoyo de los asesinatos, un foso en el suelo que se usaba para lanzar rocas o agua hirviendo sobre los invasores.
Visitantes besando la Piedra de Blarney, condado de Cork © Shutterstock
La Piedra de Blarney
Por supuesto, la mayoría de las personas que vienen a Blarney lo hacen por el mismo motivo: besar la legendaria Piedra de Blarney con la esperanza de que sus propiedades mágicas les den el don de la elocuencia y la persuasión o, en términos más simples, «el don de la palabra».
Hay muchísimas teorías, historias y mitos en torno a los orígenes de la piedra, desde que es un regalo de la diosa Clíodhna hasta que se trata de una recompensa por salvar a una bruja que se ahogaba. Incluso se dice que es un pedazo de la Piedra del destino de Escocia, traído a Irlanda por Cormac McCarthy, rey de Munster, a mediados del siglo XV.
Independientemente de su procedencia, esta famosa roca es una experiencia imprescindible en Irlanda. La encontrarás en lo alto del castillo, en el muro bajo las almenas, y si quieres besarla, tienes que inclinarte hacia atrás (con la ayuda de un guía) mientras te sujetas de las barandillas. Lo único que queda por hacer es poner a prueba tus habilidades recién adquiridas. ¡Buena suerte!
Los jardines del castillo de Blarney
Mientras estás esperando tu turno para besar la Piedra de Blarney, echa un vistazo a tu alrededor. Desde tu posición en las almenas del castillo, tienes unas vistas perfectas de las 24 hectáreas de las inmensas zonas verdes de la finca.
Si te apetece conocer más de cerca esos paisajes verdes y vibrantes, puedes disfrutar de una variedad de paseos, incluida una visita guiada que abarca todos los lugares más destacados de la finca. Explora el jardín de los helechos, con su acantilado de piedra caliza que se eleva sobre más de 80 tipos de helechos; pide un deseo en la famosa escalera de los deseos mientras escuchas la música natural de la cascada cercana cayendo sobre el terreno escarpado; o camina por el exótico paseo del Himalaya.
Jardines del Castillo de Blarney, condado de Cork © Shutterstock
Peligro: ¡Veneno!
Justo detrás del castillo, encontrarás el fascinante jardín venenoso, que alberga una variedad de plantas venenosas de todo el mundo, como acónito, mandrágora y ricino, entre otras. Cada planta está etiquetada por expertos con información actualizada sobre su nivel de toxicidad y sus usos.
Durante el siglo XV, los lugareños usaban estas plantas para crear remedios a base de hierbas que curaban diversas dolencias que causaban estragos en la comunidad. Hoy en día, es un lugar fascinante que puedes visitar... ¡por tu cuenta y riesgo!
Información importante: castillo de Blarney
Debes reservar una entrada general con antelación a través del sitio web del castillo de Blarney. Hay diferentes precios para adultos, niños, estudiantes y personas mayores.
Las guías y mapas están disponibles en inglés, español, alemán, italiano, francés y chino.
Las audioguías solo están disponibles en inglés.
Para que te dé tiempo a verlo todo, deberías reservarte unas tres horas para la visita a Blarney.
Si viajas en transporte público, puedes llegar a la ciudad de Cork en tren o autobús. La ruta de autobuses 215 une Cork y Blarney. El castillo está a poca distancia a pie de la parada del autobús.
Dispones de aparcamiento gratuito en el mismo castillo de Blarney.
Castillo de Blarney, condado de Cork © Shutterstock
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